jueves, 10 de noviembre de 2011

Treinta y ocho

Había descubierto el engaño después de dar la contraseña, las noches despierta habían valido la pena. Sabía de cierto como se escribía él con otras dos mujeres. Tenía las fotografías guardadas como archivos ocultos. Le había enviado una muestra a su marido para que parara en su engaño, pero sólo cambió su contraseña de todas sus sesiones.

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