jueves, 6 de diciembre de 2012

Cincuenta y dos


Una de las cláusulas menos conocida de los contratos editoriales es: Si alguna persona le pregunta al autor ¿cómo le hiciste para publicar ahí? o ¿me puedes recomendar? la respuesta del autor debe ser siempre: A mí me buscaron, yo ni conozco nadie ahí, fue por correo electrónico y ya lo borré, no te puedo ayudar, ni recomendar. Y la cláusula siguiente es sobre la confidencialidad de la cláusula anterior.